En la actualidad uno de los factores más importantes para cada persona, es la estética. A la hora de mirarnos frente al espejo y buscarnos defectos, podríamos estar un buen rato, pero sí existe algo que no se nos sale de nuestra cabeza desde hace ya un buen tiempo, o en lo que nos fijamos inmediatamente, es en nuestra dentadura. La mayoría de los arreglos que se hacen las personas por iniciativa propia es la corrección de su sonrisa. “La sonrisa es el reflejo del alma” como diría Pablo Neruda, todo este proceso comienza por un fin estético, pero sin darse cuenta es para mejorar nuestra salud dental.
La decisión de comenzar esta transformación odontológica es visible en niños, adolescentes, inclusive en personas de la tercera edad, por esta misma razón, la variedad de frenillos ha tenido que extenderse para adecuarse a cada situación, problema y autocorrección que necesite cada paciente. El especialista y el paciente tienen que llegar a un acuerdo, con respecto al proceso que conllevará este método, debe existir una buena comunicación para lograr la dentadura perfecta. Tanto para la salud como para la conformidad estética de la persona. Este tratamiento, no sólo genera mejoras para los ojos, posee una diversidad de beneficios, por ejemplo, dientes apiñados, problemas de mandíbula, dificultades para masticar, quijadas asimétricas, etc.
Existen distintos tipos de frenillos, desde el más clásico hasta los frenillos invisibles. Si quieres saber más sobre las distintas opciones de frenillos que existen, continúa leyendo.
El primer tipo de brackets que veremos será el más clásico, los Brackets de Metal. Éste ejemplo de frenillo, es el más común y económico. La boca se adecua rápidamente a ellos y son más duraderos, eso sí, son menos estéticos, pero al ser de metal adquieren más fuerza y si sigues todas las indicaciones que te da tu dentista, tendrás excelentes resultados.
El segundo tipo de frenillos son los Frenillos Linguales. Estos son instalados por detrás de los dientes, con el propósito de no exponerlos. Al contrario de los brackets metálicos, son un tanto más complicados de mantener, tienen un grado de dificultad mayor para instalar y no todas las personas pueden optar a utilizarlos, esto depende de la condición inicial. Su precio es más elevado que el de los brackets metálicos.
Los Brackets cerámicos serán el tercer tipo de frenillos que veremos, estos son elegidos por su camuflaje con respecto al color del diente, siendo los más escogidos por los pacientes. La cerámica es particularmente delicada, por eso el proceso de mantención es más extenso. Sin embargo, es una muy buena opción para este tipo de tratamiento, juegan con una diferencia más estética, sin embargo, también con excelentes resultados.
El cuarto y último tipo de frenillos, se llama “Invisaling, frenillos invisibles”. Como bien dice su nombre, estos son invisibles y cómodamente retirables por el paciente. Su precio es el más elevado en comparación con los nombrados anteriormente, eso sí, son utilizados por personas con fines estéticos, corrigen minúsculos defectos y no pueden ser usados por más de 20 horas seguidas.
Esperamos haber aclarado todas tus dudas sobre el tratamiento de Ortodoncia y sus diferentes opciones de Brackets, ¡Recuerda!, que tus preocupaciones no se basen únicamente en lo estético y económico, tu salud dental es lo más importante. Mantén una buena comunicación con tu especialista y obtendrás buenos resultados. Y ahora, ¡A mostrar tu sonrisa!