Cuando piensas en tus dientes, o más precisamente, cuando piensas en tu higiene bucal, te acuerdas de tu cepillo de dientes, hilo dental, enjuague bucal, dentífrico, entre otros, pero pocas veces piensas en qué alimentos estás consumiendo y en qué medida dichos alimentos pueden afectar en tu dentadura. Si eres de aquellos o aquellas que sí se preocupan de los alimentos que consumen, te felicitamos de antemano, pero si no, nosotros te haremos parte de ese trabajo en estas breves palabras.
Resulta pues, que la dieta no sólo es beneficiosa para tu salud corporal en general sino también para tu salud oral. Si no seguimos una dieta adecuada, la aparición de la molesta caries bucal pronto nos visitará. Un ejemplo interesante al respecto es el de la leche materna ¿sabías que previene la aparición de caries? ¡Ah! Pero no en exceso y siempre que la madre lleve también una dieta balanceada. Es posible decir entonces que nuestra ingesta de bebidas también puede relacionarse con nuestra higiene bucal, y entre ellas podemos ubicar el agua con gas.
Pero antes, hablemos un poco de la caries dental. Esta es una de las enfermedades de origen infeccioso de mayor presencia en el ser humano, además de ser uno de los problemas de salud dental más grandes a nivel mundial. Estas malas compañeras actúan sobre los tejidos duros de nuestros dientes, modificándolos y disolviéndolos; este desagradable proceso termina con la descalcificación de nuestros dientes y una paulatina destrucción de ellos. Evidentemente, es algo que no queremos en nuestra boca.
Según algunos estudios, se ha determinado que el riesgo de descalcificación de nuestros dientes en las bebidas dependería de su nivel de acidez. Las bebidas colas, jugos de naranja, bebidas rojas y cervezas tendrían un alto nivel de acidez, por tanto, son malas noticias para los amantes de le buena cerveza, pues están dañando sus dientes con su acidez. Pero calma, aún hay esperanza.
Nosotros podemos palear el efecto de acidez de muchas maneras, por ejemplo, poniendo calcio en las bebidas, o llevando una dieta balanceada que fortalezca nuestra dentadura. El problema está en que es la saliva quien colabora en la salvación de nuestros dientes, y cuando reemplazamos saliva por bebida, entonces le quitamos el puesto al mejor profesional y se lo cedemos a una bebida, que no sabe hacer las cosas. Es por eso que lo más recomendable es derechamente no tomar bebidas.
Por otra parte, si pensamos en el agua con gas, podemos entender que no necesariamente nos daña la dentadura, pues sólo dependerá de su nivel de acidez. El flúor nos ayuda a combatir la acidez de las gaseosas, sin embargo, no todas las compañías que las fabrican se preocupan de eso.
¿Qué podemos concluir? Simple. Debemos ser juiciosos en nuestro consumo, debemos mirar bien si detrás del envase, en ese lugar donde se indica qué estamos realmente consumiendo, hay o no un balance entre acidez y flúor o calcio. Es importante tener esto en consideración sobre todo si somos de aquellos que almorzamos con bebidas gaseosas. En este sentido es más recomendable el agua con gas, por contener menos edulcorantes y azúcares, a diferencia de las bebidas colas, por ejemplo, o los jugos de naranja.
¿Satisfecho? Ok, ok. Sabemos que no, pero no se ha caído el mundo, sólo te invitamos a observar mejor y prevenir las caries. ¡Salud!